El consumo de derivados del cáñamo, como el THC Delta-9, puede afectar a las personas de diferentes maneras.
Los productos derivados del cáñamo, como el CBD o el Delta-9 THC, pueden afectar a las personas de manera diferente según factores como su edad, metabolismo y salud general. Cuando se usan de manera adecuada, se han reportado algunos beneficios de ciertos derivados del cáñamo, como el alivio del dolor, la ayuda para dormir, efectos antiinflamatorios y más. Sin embargo, especialmente cuando se usan de forma inadecuada, pueden tener efectos negativos. El THC afecta las áreas del cerebro responsables de la memoria, el aprendizaje y la toma de decisiones. También puede causar sensación de intoxicación, ansiedad y paranoia. El THC derivado del cáñamo puede alterarse químicamente para crear diferentes productos, potencias y una variedad de efectos secundarios.
Esto es especialmente cierto para los jóvenes. Según un estudio nacional reciente, aproximadamente 1 de cada 3 adolescentes ha probado productos de cannabis antes de graduarse de la escuela secundaria. Los adolescentes pueden ser más vulnerables a ciertos efectos negativos del uso de THC, debido a que sus cerebros están en desarrollo.
Las leyes sobre los derivados del cáñamo son distintas en cada estado.
En 2018, la Ley Agrícola legalizó el THC derivado del cáñamo, como el Delta-9, en Wisconsin si no contiene más de un 0,3% de THC en peso seco. Desde este cambio, no se han establecido otras restricciones o regulaciones en nuestro estado. El THC del cáñamo puede alterarse para crear diferentes productos con THC de distintas concentraciones y causar efectos intoxicantes. Estos productos no están regulados actualmente, por lo que no podemos estar seguros de lo que contienen ni de su potencia. El THC derivado de la marihuana sigue siendo ilegal en Wisconsin, tanto para uso recreativo como medicinal. Muchos estados vecinos tienen políticas diferentes: